Parte 1 de 2

Parcela de sorgo

¿Sembraré sorgo? ¿No sembraré? ¿Regresarán las cosas a la normalidad? ¿O volveré a perder dinero? Son preguntas que muchos productores se hacen en estos días, después de haber vivido un desastre con su cosecha de sorgo del año pasado.

Sembramos para vivir, para tener un ingreso. La respuesta entonces depende de un análisis de rentabilidad y de los riesgos. No sabemos cómo se va a presentar la situación, pero esto no quiere decir que no podamos tratar de hacer una estimación con la información disponible. ¿Cuál es esta información, qué datos tenemos?

Primero, el Pulgón Amarillo ya es un hecho, se convirtió en una plaga más que debemos manejar si sembramos sorgo. El Pulgón Amarillo sobrevive en la soca de nuestros propios campos y en la maleza que le rodea.

Por otro lado, tenemos el antecedente que en lugares donde el Pulgón Amarillo se presentó inicialmente, como Texas y Tamaulipas, el peor año fue el primero. Después, las medidas de control y posiblemente también la reacción misma de la naturaleza, ayudaron a mantener la plaga en un nivel manejable.

Segundo, en el 2015, el Pulgón Amarillo nos sorprendió. No estábamos preparados. Cuando finalmente la mayoría de los productores, proveedores de insumos, medios de comunicación y el Gobierno reaccionamos, el Pulgón Amarillo ya se había multiplicado, ya había pasado por una decena de generaciones. Muchos productores de sorgo no solían inspeccionar sus cultivos frecuentemente y los que sí detectaron pronto la presencia de la plaga o el brillo en las hojas, difícilmente se imaginaban lo que significaba. Antes de tomar medidas de control adecuadas, perdimos varias semanas tratando de averiguar cuáles eran estos métodos, insecticidas y formas de aplicación.

DSC_0038 (1)Ahora, ya existe información. Nos podemos preparar. Existen estrategias y campañas, que incluyen destruir la soca, limitar las siembras a una ventana después del 15 de abril y antes del 5 de julio (en Guanajuato), tratar la semilla, proteger e incrementar la fauna benéfica, inspeccionar el cultivo y aplicar insecticidas racionalmente, entre otras medidas.

Tercero, incluso el año pasado, bajo circunstancias desafortunadas, si bien muchos perdieron todo, también hubo algunos productores que lograron controlar el Pulgón Amarillo con cierto grado de éxito. Generalmente, se dieron cuenta pronto e iniciaron inmediatamente un programa de aplicaciones de insecticidas. No fue la mayoría pero sí había productores que hicieron cuatro aplicaciones y lograron un rendimiento aceptable, recuperando su inversión y logrando una ganancia.

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Revisando lo anterior, cada productor tendrá sus propias experiencias y sabrá cómo les fue, pero habrá productores que se enfrentarán al reto y sembrarán sorgo, especialmente en terrenos que no se prestan para otros cultivos como el maíz. Estos productores, ¿qué rentabilidad podrán esperar? Intentamos contestar esta pregunta en la parte 2 de este artículo.

Nota: Se modificó este artículo el 28/4/2016 para especificar mejor la ventana de siembra mencionada en Guanajuato.

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