Dr. Juan Francisco Pérez Domínguez
Como “tratamientos a la semilla” se conocen los insecticidas o fungicidas que son impregnados en la semilla para protegerla de hongos, bacterias o insectos nocivos que afectan la semilla o plántula. Algunos tratamientos se venden para que el agricultor realice la aplicación, el mismo día de la siembra o un poco antes. Otros son aplicados por las empresas semilleras y ya vienen integrados a la semilla.
Vamos a mencionar aquí los tratamientos a la semilla con insecticidas. Las plagas contra los que son útiles esos tratamientos a la semilla son los insectos que afectan a la semilla o a las primeras etapas de desarrollo de las plántulas, tales como plagas de la semilla en almacén, grillo, algunos gusanos de alambre y trips.
La planta de maíz pasa por su etapa más susceptible desde que se hincha la semilla hasta que tenga 2 a 3 hojas. En esta etapa, cualquier lesión afecta a la planta y puede causarle la muerte, reduciendo la población de plantas. Por lo tanto es necesario poner especial atención al cultivo en esta etapa.
Ventajas y desventajas
Las plantas protegidas por un tratamiento a la semilla se desarrollan bien desde la germinación, de una manera uniforme e ininterrumpida, facilitando así un arranque parejo y vigoroso del cultivo.
De acuerdo a experimentos realizados por INIFAP bajo condiciones de la Ciénega de Chapala, Jalisco, la efectividad de un buen tratamiento a la semilla dura entre 15 y 35 días, dependiendo del ingrediente activo.
Si en la parcela han aparecido en años anteriores poblaciones altas de plagas de raíz, se recomienda hacer un tratamiento a la semilla y además aplicar un insecticida granulado de comprobada efectividad en la siembra, así como realizar una “recarga” de insecticida granulado en la segunda fertilización.
Una posible desventaja es que cuando la semilla se trata con productos que no han sido probados previamente y de los cuales se desconoce sus características, puede ocurrir que alguna de las sustancias que forman el tratamiento actue como una costra que impide el desarrollo del embrión y, en consecuencia, no hay emergencia de plantas.
Si la semilla tratada dura dos o más semanas en el suelo antes de germinar, como puede ocurrir en siembras en seco que se anticipan a las lluvias, puede verse afectada la emergencia.
Para maximizar las ventajas y minimizar las posibles desventajas de un tratamiento a la semilla lo mejor es:
- Utilizar insecticidas que son preparados especialmente para ser aplicados como tratamientos a la semilla, y que ya han sido probados en la región.
- Utilizar semilla que ya trae incluido el tratamiento.
Trips
Uno de los insectos que se pueden controlar por un buen tratamiento a la semilla son los trips, plaga que se presenta en riego, punta de riego, y humedad residual. En la región de la Ciénega de Chapala, muchos productores no dan importancia a esta plaga. Sin embargo, según evaluaciones hechas en esta región, los trips retrasan el desarrollo del cultivo por unos días y causan la muerte de hasta una cuarta parte de las plantas. A veces hay necesidad de resembrar. Las especies detectadas en algunas regiones de Jalisco y la Ciénega y Bajío michoacanos son Frankliniella williamsi (Hood), F. Occidentalis (Pergandei).
Desde hace tres décadas, los trips se consideran dentro de las plagas importantes del maíz. Los trips se desarrollan mejor en climas con escasa precipitación y altas temperaturas. Los trips adultos miden aproximadamente 1.5 mm de longitud y son de color amarillo pajizo. Las ninfas son de color blanco sucio. Las alas presentan un fleco de cerdas alrededor del cuerpo. La pupa se distingue por presentar sus antenas adheridas al tórax. La hembra introduce sus huevecillos en el tejido tierno de las yemas y en la vena central del envés de las hojas, de donde emergen ninfas.
Estos insectos destruyen con su aparato bucal raspador-chupador los tejidos de las plantas pequeñas de 10 a 15 días de nacidas, pero el daño lo inician tan pronto como éstas brotan del suelo. Las plantas infestadas dan la apariencia de falta de agua o nitrógeno. En caso de daños fuertes, se decoloran, se enrollan y tienen aspecto de “acebollado”.
Al examinar cuidadosamente la planta se observan grandes cantidades de pequeños insectos de color amarillo pajizo o blanco sucio, que se mueven con mucha rapidez en el envés y haz de las hojas, pero sobre todo dentro del cogollo de las plántulas, donde se protegen de las lluvias y posiblemente de sus depredadores. Las plantas muestran alta susceptibilidad al ataque de otros insectos plaga, como el gusano cogollero y el gusano soldado.
Los mayores daños son observados en los estados de Querétaro y Guanajuato en siembras tempranas, establecidas bajo riego, punteo o “pata de trigo o cebada”, donde llega a perderse hasta 1.5 toneladas de maíz por hectárea. En Jalisco, en la Ciénega de Chapala ha habido pérdidas parciales y hasta casos de pérdida total en siembras de punta de riego. Los trips desaparecen al iniciar las primeras lluvias del temporal.
Cuando el daño no está avanzado la planta puede recuperarse mediante una aplicación de insecticida. Es suficiente con dos aplicaciones a intervalos de 7 días entre ellas y durante los primeros 10 a 15 días de nacidas las plantas. Además del control químico de los trips, las prácticas agronómicas tales como riegos, fertilización y la fecha de siembra, influyen bastante en las poblaciones de la plaga y por ende en los rendimientos.
El Dr. Pérez Domínguez es ingeniero Agrónomo con especialidad de Entomología, investigador de plagas de maíz, hortalizas y agave en el INIFAP (Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias) desde hace 26 años perez.juanfrancisco@inifap.gob.mx