Si bien no es feria, durante la Expo Agroalimentaria me suelo sentir de fiesta. Paso cuatro días con un nivel de consciencia elevado. Me gusta platicar con productores, escuchar sus preocupaciones y sus puntos de vista. Me encanta el contacto directo con el cliente final, con las personas que deciden si Unisem va para adelante o va para atrás. Observo que los colaboradores y los distribuidores que nos apoyan en campo y stand sienten lo mismo. Me encanta ver como trabajan en equipo para atender el mayor número y de la mejor manera posible a los visitantes. Ellos, al igual que yo, terminan «molidos» el sábado por la tarde, pero regresan satisfechos a sus casas. Gracias Zeferino, Tito, Rogelio, Oscar, Omar, Natividad, Martín, José, Jorge, Eduardo, Edgar, Doña Carmen, Adolfo y a todos los que «defendieron las bases» en nuestra ausencia.
Una de las experiencias más gratas de esta Expo fue cuando recibimos visitas de productores a los que habíamos regalado muestras de semilla el año pasado, como por ejemplo estos productores del Estado de Hidalgo que regresaron al stand de Unisem, número A-422, para agradecer la muestra y comentarnos que les fue muy bien. Les gustó el Ares sembrado en las cercanías de Mixquiahuala, en el Valle del Mezquital, Hidalgo. Vinieron a «presumir» las mazorcas. Preguntaron donde comprarlo. Ahí los mandamos con Agrolazc, quienes tienen sucursales en Mixquiahuala y Progreso, además de muchos otros puntos en todo el estado. Por favor atiéndanlos muy bien, ellos viajaron cientos de kilómetros para comentarnos cómo les fue. Así como ellos había más productores que nos dieron su retroalimentación. ¡Gracias! ¡Qué gran honor!