Daños al cultivo de maíz por exceso o falta de agua

Los daños relacionados con el agua son de los principales problemas a los que se enfrentan los agricultores. Muchos de los problemas que se mencionan a continuación no pueden evitarse del todo, ya que dependen del temporal de lluvias, pero sí se puede trabajar en la prevención de algunos de ellos. Por ejemplo mediante el trabajo en un buen drenaje del terreno para evitar inundaciones.

Inundación o saturación de suelos

Etapas fenológicas del cultivo de maíz.

 

Los problemas comienzan desde la siembra, un exceso de humedad combinado con el efecto de temperaturas altas pueden producir cocimiento o apozolamiento de la semilla sembrada. Después de la nacencia, las plantas que crecen en suelos inundados pueden volverse amarillas, marchitarse y eventualmente morir.

Aspectos a considerar al evaluar los riesgos de daño por inundación:

  • Las inundaciones antes de la etapa V6 son más dañinas que las que ocurren más tarde.
  • Las plantas que quedan completamente sumergidas corren un mayor riesgo de daño que aquellas parcialmente sumergidas.
  • Mientras más tiempo persista la inundación, el daño a la planta aumenta.
  • La temperatura del suelo afecta la rapidez con que las inundaciones pueden dañar las plantas. Las plántulas pueden sobrevivir hasta cuatro días de inundación cuando las temperaturas son relativamente frías (alrededor de 15 ℃) pero sobrevivirán menos días si las temperaturas son más cálidas (22 ℃ o más).
  • Las inundaciones dañan las raíces, haciendo que las plantas sean más susceptibles a daños posteriores.
  • Cantidades sustanciales de nitrógeno pueden perderse de suelos inundados por lixiviación.
  • Las inundaciones o los suelos húmedos favorecen la pudrición de semilla y la proliferación de plagas.
  • A medida que disminuye el nivel del agua en una inundación, la deposición de lodo en las hojas puede reducir la capacidad de la planta para realizar la fotosíntesis.
  • A medida que el suelo se seca, se puede formar una costra y causar problemas de emergencia para cultivos replantados.

Parcela inundada

Daños por sequía

El maíz requiere aproximadamente de 8.5 mm de agua por día en la etapa R1, que es la demanda de agua más alta de su ciclo. Cuando las plantas se ven afectadas por estrés hídrico, la aparición de estigmas puede retrasarse. Como consecuencia se genera una falta de sincronización entre la liberación del polen y la aparición de estigmas, resultando en una mala polinización, lo que reduce el potencial de rendimiento.

Las hojas de la planta se enrollan sobre sí mismas durante un estrés hídrico para reducir la pérdida de agua. Este enrollamiento reduce la capacidad fotosintética y síntesis de carbohidratos, lo que puede resultar también en una reducción de rendimiento.

Hoja de maíz enrollada por estrés hídrico.

 

Para casos de enconstramiento o taponamiento de la semilla de maíz, plagas de la raíz, exceso o falta de agua, heladas, etc. ofrecemos el Seguro de Resiembra Unisem, que es aplicable hasta los 22 días de sembrado o fecha lluvia o riego en caso de siembras en seco. ¡Queremos que todos lo cultivos se logren!

Fuente

Mueller D. & Pope R. 2009. Corn field guide: A reference for identifying diseases, insect pests, and disorders of corn. Iowa State university of Science and Technology.

Descartan impulso a transgénicos

Ciudad de México— Durante la siguiente administración, la Secretaría de Agricultura no impulsará el uso de semillas transgénicas, refirió, en entrevista, Víctor Villalobos, virtual titular de la dependencia.

«Ya hemos declarado que no vamos a usar semillas transgénicas en este Gobierno.

«Vamos a utilizar las técnicas convencionales que nos permiten multiplicar, duplicar o triplicar los rendimientos, hay un gran espacio (opciones) y afortunadamente tenemos, por ejemplo, semillas híbridas convencionales que nos permiten lograr esto, sin entrar en esa polémica», dijo Villalobos, quien cuenta con un doctorado en morfogénesis vegetal.

Aclaró que la función de estas semillas es ser resistentes a plagas o enfermedades específicas, pero no incide directamente en el aumento de producción de los cultivos.

Quien fuera coordinador general de asuntos internacionales en la Secretaría de Agricultura en 2002, destacó que el objetivo de la dependencia es garantizar la seguridad alimentaria de la población a través de soluciones intermedias.

«Por un extremo se considera que los transgénicos van a resolver el problema de la seguridad alimentaria del mundo, pero por otro, hay una posición de que los transgénicos afectan a la salud, a la diversidad genética y contaminan los suelos, ambas posiciones están equivocadas.

«Lo que va a hacer el gobierno es buscar soluciones en las partes intermedias, para lo cual, afortunadamente tenemos un bagaje de tecnologías que nos permiten incrementar la producción sin necesidad de usar semilla transgénica», explicó Víctor Villalobos.

Sin embargo, aclaró que no se estará en contra de que se hagan foros científicos, con el fin de que las organizaciones que están a favor o en contra de estas semillas tengan las oportunidades de seguir debatiendo y discutiendo sobre este tema.

No se buscará entrar en la polémica cuando se tiene en puerta una fuerte necesidad de incrementar la productividad de diversos cultivos.

«Los foros y temas de discusión se tienen que seguir manteniéndose por parte de los científicos, por parte de las organizaciones que no están a favor, pues tienen que seguirse planteando; lo que sí digo es que no vamos a esperar que surja de estas discusiones las posibles recomendaciones cuando tenemos la necesidad de incrementar la producción», detalló el próximo Secretario de Agricultura.

Fuente

El Diario

Control de malezas

Campo limpio de malezas

Las malezas son uno de los principales problemas que puede enfrentar un cultivo, absorben el agua y las sales minerales de la tierra a través de sus raíces, compitiendo por nutrientes con las plantas cultivadas. Provocan la disminución del rendimiento de las cosechas. Pueden considerarse tan dañinas como las plagas y enfermedades que pueden atacar un cultivo.

Especialmente en el maíz, lograr un control rentable de malezas se encuentra estrechamente relacionado con el tiempo. Suponiendo que se haya comenzado con un campo limpio, y no se hace un control de maleza, las malas hierbas serán de aproximadamente 7-10 cm de alto cuando el maíz alcance las etapas V3-V4. Es en este momento cuando normalmente se supera la marca del punto de equilibrio y se empieza a perder dinero debido a la disminución del rendimiento además de que se tiene un mayor costo en la aplicación de un herbicida.

Iniciar con un campo limpio

Un campo limpio al momento de la siembra es esencial para comenzar de buena manera el cultivo de maíz. Esto puede lograrse bien solo mediante el trabajo de labranza, con la aplicación de algún herbicida de preemergencia o la combinación de los dos.

Reducir el riesgo de aparición

El control de malezas en postemergencia es más complicado si se utiliza una estrategia de labranza o deshierbe. Es por eso que se debe controlar el problema incluso antes de que aparezca. Tener un buen plan de prevención, ayudará a tener un mejor control sobre acciones correctivas como puede ser la aplicación de un herbicida.

Cuidar los tiempos y etapas clave del cultivo

Los esfuerzos de control deben enfocarse en etapas tempranas, ya que como se mencionó anteriormente, en la etapa V3-V4, si las malezas no se eliminan, el cultivo sufrirá una reducción significativa en su rendimiento potencial.

Tener cuidado con las dosis y aplicaciones

En caso de considerarse necesaria la aplicación de tratamientos de herbicidas, puede caerse en la práctica de aplicar dosis reducidas para ahorrar costos. Sin embargo, la efectividad del tratamiento se verá comprometida. Es aconsejable seguir las instrucciones del fabricante o la recomendación de un técnico. Además, cuando se hace control de malezas postemergentes, debe asegurarse tener una buena cobertura sobre las malezas.

Monitorear y evaluar

Después de cada práctica de control de malezas, se debe explorar el campo y evaluar qué tan bien funcionó el tratamiento y si podría ser necesario o no seguir con el tratamiento o realizar algún tratamiento correctivo.

En el mercado existe una gran variedad de productos destinados al control de malas hierbas. Se pueden encontrar desde los que se aplican de manera preventiva o correctiva. De acuerdo a su selectividad, los herbicidas se clasifican como selectivos y no selectivos. Los herbicidas selectivos, son aquellos que a ciertas dosis, formas y épocas de aplicación eliminan a algunas plantas sin dañar significativamente a otras. Los herbicidas no selectivos son los que ejercen su toxicidad sobre toda clase de vegetación y deben utilizarse en terrenos sin cultivo o bien evitar el contacto con las plantas cultivadas.

También los hay que tienen presencia residual o los que se degradan rápidamente una vez aplicados.

Cualquiera que sea el caso, y siempre que se manejan agroquímicos, se deben tomar las medidas de seguridad necesarias para proteger al personal que aplica el tratamiento, al ambiente y al cultivo mismo, dado que la mayoría de los herbicidas pueden acabar con el cultivo si no son aplicados de manera correcta. La deriva del herbicida hacia plantas buenas puede deberse al empleo de boquillas no adecuadas para la aspersión, una de las principales causas de este problema es realizar la aplicación del tratamiento en días con viento. También existe el peligro de contaminar otros tratamientos con el herbicida si no se lava de manera adecuada el equipo con el que se realiza la aplicación.

Fuentes

5 Tips For Corn Weed Management | Start With a Clean Field – Then Control Weeds Early as They Reach 4 Inches

¿Cuáles son los mejores herbicidas para tu cultivo?

Malerbología

Vademécum de productos fitosanitarios y nutricionales

Agricultura automatizada

En noviembre del 2016 se publicó un artículo de la BBC sobre el futuro de la agricultura en un mundo en el que la tendencia de crecimiento poblacional presenta grandes retos, como el de producir más y reducir el impacto ambiental.

En el artículo se declara lo siguiente, “El futuro de la agricultura es la automatización”. Y presenta a los tractores autónomos, los sensores terrestres, los drones voladores y las granjas hidropónicas, como la mejor herramienta que tienen los agricultores para producir más alimentos, de manera sostenible y a un costo menor.

Tractor autónomo. Foto: BBC

Se menciona el proyecto Hands Free Hectare, que utilizaría drones y tractores automáticos para cultivar y cosechar cebada, sin la necesidad de que persona alguna interviniera directamente con ninguna de las labores.

Actualizando el estado del proyecto, el equipo de Ingenieros de la Universidad Harper Adams, en colaboración con la empresa Precision Decisions, llevaron ya a cabo su primer ciclo de producción, comenzando desde la preparación del terreno en abril, hasta la cosecha en el mes de septiembre del 2017. En una serie de comunicados de prensa publicados en la página del proyecto http://www.handsfreehectare.com se narró todo el proceso. En términos generales el ensayo fue un éxito con una cosecha de 4.5 ton ligeramente menor a las 5 ton esperadas. Como oportunidades de mejora se destacó la necesidad de lograr un mejor trabajo en conjunto de los vehículos autónomos.

Actualmente se encuentran a mitad de un segundo ciclo agrícola, ahora cultivando trigo.

Cosechadora. Foto: Hands Free Hectare

Otro de los proyectos mencionados en el artículo es de la compañía japonesa Spread, una “fábrica” automatizada de vegetales de Kyoto, que tenía previsto arrancar en el 2017 y producir 30,000 lechugas al día, cultivando en estanterías hidropónicas apiladas una sobre otra y provistas de iluminación LED.

Después de arrancar, según los reportes de la empresa, los costos de mano de obra se redujeron en un 50 % y los costos de energía en un 30 %. Actualmente registran una producción diaria de 21,000 lechugas. Reportan que una ventaja comercial de su producto es la inocuidad de las lechugas al ser cultivadas en un ambiente cerrado y controlado.

Foto: CNN

En México también se busca la integración de las máquina autónomas a la agricultura. Un ejemplo es el del robot Voltan desarrollado en la Universidad Autónoma de Chapingo. Un proyecto liderado por el Dr. Noé Velázquez López quien tiene como propósito diseñar un robot móvil capaz de realizar acciones de monitoreo, detección de enfermedades y control de plagas, e incluso realizar tareas de siembra. El proyecto dio origen a una línea de investigación en la institución y se encuentra en constante desarrollo y mejoramiento.

Robot agrícola. Foto: CONACYT

Como puede leerse en los párrafos anteriores, parece ser que la automatización tiene buenas probabilidades de ser el futuro de la agricultura y ayudar a atender la demanda de alimentos. La única preocupación que surge es la del reemplazo de la mano de obra agrícola. Según reportes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los trabajadores agrícolas como porcentaje de la fuerza de trabajo han disminuido del 81 % al 48.2 % en los países en desarrollo y del 35 % al 4.2 % en los países desarrollados. En este sentido, el efecto esperado es que la implementación de robots y máquinas agrícolas potencialice dicha tendencia.

Fuentes