El cultivo de maíz enfrenta un constante desafío debido a la incidencia y gravedad de diversas enfermedades. El aumento de la superficie cultivada sin rotación y las prácticas deficientes incrementan el riesgo. Los brotes de enfermedad dependen de la interacción adecuada de tres factores: la presencia de un patógeno, el manejo del cultivo y las condiciones ambientales.

El manejo efectivo se basa en la prevención y el monitoreo constante de parcelas en todas las etapas. A continuación, presentamos una guía para la identificación y manejo de las enfermedades del maíz con mayor incidencia en México.

Achaparramiento del maíz u hoja colorada (Vector: Chicharrita)

a) Chicharrita (Dalbulus sp). b) Micrografía de Espiroplasma kunkeili. c) Planta de maíz presentando la «hoja colorada». d) Mazorca sin desarrollar.

 

Esta enfermedad es común en tierras bajas cálidas y húmedas de América Central, América del Sur, el Caribe, el sureste de Estados Unidos y México, aunque también se encuentra a más de 2,000 metros de elevación.

Patógeno: El mollicute helicoidal Spiroplasma kunkelii.

Vector (Transmisor): Chicharritas de las especies Dalbulus maidis y D. elimatus. El mismo vector puede transmitir otros virus y fitoplasmas, lo que hace comunes las infecciones mixtas.

Síntomas clave: La planta presenta enanismo o achaparramiento por el acortamiento de los entrenudos. Las hojas se vuelven rojizas o purpúreas (de ahí el nombre «hoja colorada»), amarillentas, y muestran rayas cloróticas en la base de las hojas jóvenes. Puede llevar a que las mazorcas no se desarrollen o sean estériles, con formación de grano deficiente.

Estrategias de manejo:

    • Rotación de cultivos para romper el ciclo del insecto vector.
    • Aplicación de insecticida sistémico a la semilla.
    • Realizar aspersiones de insecticida para controlar la plaga.

Carbón de la espiga

a) Micrografía de Sporisorium reilianum. b)Apariencia de espiga infectada. c)Mazorca malformada por infección del carbón.

 

Esta enfermedad puede causar daños económicos significativos en zonas maiceras secas, cálidas o de clima templado.

Patógeno: El hongo Sporisorium reilianum.

Síntomas clave: Se presenta en la etapa de floración y formación de mazorca. Las espiguillas y la mazorca no se forman, sino que se desarrollan como una masa negra de esporas. Un efecto colateral es el achaparramiento de la planta. Las esporas pueden sobrevivir en el suelo hasta por 10 años.

Estrategias de manejo:

    • Rotación de cultivo.
    • Uso de materiales genéticos tolerantes.
    • Aplicación de fungicidas a la semilla y al suelo para prevenir el establecimiento del patógeno.

Manchas foliares o tizón

Lesiones en hoja ocasionadas por diferentes tipos de tizón.

 

Causada por diversos hongos (Helminthosporium, Leptosphaeria, Phaeosphaeria, etc.).

Síntomas clave: Lesiones en las hojas similares a quemaduras. La pérdida de área foliar disminuye la fotosíntesis, lo que puede resultar en pérdidas de peso de grano de hasta el 30% si la infección es previa a la floración.

Condiciones favorables: Temperaturas de y humedad relativa alta.

Estrategias de manejo:

    • Rotación de cultivos y drenaje del suelo.
    • Siembra de materiales tolerantes y respeto de fechas de siembra.
    • Nutrición balanceada y eliminación de malezas.
    • Aplicación de fungicidas preventivos.

Pudrición de la raíz

Síntomas de pudrición de la raíz en maíz.

 

Agente causal: Generada por hongos.

Síntomas clave: Las afectaciones ocurren desde la siembra. En post-emergencia, la planta presenta color amarillento, falta de vigor, estrangulamiento en la base del tallo y muerte.

Condiciones favorables: Suelos pobremente drenados, con excesiva compactación y una temperatura base de .

Estrategias de manejo:

    • Rotación de cultivos, especialmente evitando otras gramíneas.
    • Tratamiento a la semilla con fungicidas.
    • El tratamiento con y ha mostrado buenos efectos de control

Pudriciones del tallo

Síntomas de pudrición de la raíz en maíz.

 

A menudo son una continuación de las pudriciones de raíz.

Agente causal: Causada por hongos (Fusarium, Diplodia, Pythium, etc.) y bacterias como Erwinia, siendo Fusarium la causa más frecuente.

Síntomas clave: Marchitamiento total y rápido secamiento de la planta. El daño en la base del tallo causa el acame (caída) de las plantas por el peso de la mazorca y el viento, lo que se traduce en pérdidas de cosecha. El daño por insectos puede facilitar la penetración.

Estrategias de manejo:

    • Uso de semilla sana, tratada con fungicida.
    • Control adecuado de insectos plaga del suelo.
    • Evitar riegos pesados.
    • Inoculación de fungicidas biológicos ( y ) en la semilla y al suelo como manejo preventivo.

Rayado fino del maíz

Clorosis en hoja causada por el virus del rayado fino del maíz.

 

Agente causal: Causado por un virus.

Vector (Transmisor): La chicharrita Dalbulus maidis, el mismo vector que el achaparramiento.

Síntomas clave: Manchas cloróticas pequeñas en la planta. Más tarde, las manchas se fusionan, formando rayas de 5 a 10 cm a lo largo de las nervaduras.

Impacto: En Centroamérica puede reducir el rendimiento hasta en un 43%. La infección en etapa de plántula provoca que los granos no se formen o tengan un llenado deficiente.

Estrategias de manejo: Similares a las del achaparramiento:

    • Rotación de cultivos.
    • Tratamiento con insecticidas sistémicos a la semilla.
    • Aplicación de insecticidas en postemergencia para evitar el establecimiento del insecto.

Roya del maíz

a) Puccinia sorghi en hoja de maíz. b) Pústulas naranja producidas por Puccinia polysora en hoja de maíz. c) Pústulas de Physopella zeae en maíz.

 

Existen tres royas principales: roya común (), roya por () y roya tropical (). Se distribuye mundialmente en climas subtropicales, templados y en tierras altas con humedad.

Síntomas clave: Produce pústulas pequeñas de color naranja o café claro en el haz y envés de las hojas. Más adelante, la epidermis se rompe y las lesiones se vuelven negras. La roya tropical (), presente en regiones tropicales del Continente Americano, produce pústulas pequeñas, circulares a ovaladas, debajo de la epidermis. Presentan un orificio central de color blanco a amarillo claro.

Estrategias de manejo:

    • Comenzar con un campo libre de esquilmo (residuo de cosecha).
    • Rotación de cultivos.
    • Sembrar híbridos que presenten resistencia al patógeno.
    • Aplicación de fungicidas foliares como control químico.

Conclusión

El manejo integrado de enfermedades en el cultivo de maíz debe basarse en la prevención, el uso de semillas sanas y resistentes, la rotación de cultivos, el control de insectos vectores y el monitoreo constante del campo. Estas prácticas permiten reducir pérdidas y mantener la rentabilidad del cultivo.

Fuentes

De León C. 1984. Maize Diseases, a guide for field identification. Centro Internacional del Manejo del Maíz y Trigo (CIMMYT). 3era edición.

Cesaveg. Campaña de manejo fitosanitario del maíz. Folleto.

Reyes, C. 1994. Identifique las enfermedades del maíz.

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