Dr. Juan Francisco Pérez Domínguez *
Seguramente los productores del Bajío y Occidente que siembran sorgo regularmente, se han preguntado en este inicio de año qué perspectivas pueden tener con el problema del pulgón amarillo.
El ciclo pasado fue muy atractivo el precio que alcanzó el sorgo. Una razón de esto fue la escasa producción de grano a nivel estatal, debido, entre otras cosas, a los fuertes daños ocasionados por el pulgón amarillo.
En Guanajuato hubo productores que realizaron hasta 15 aplicaciones de insecticidas entre organosfosforados, carbámicos y del grupo de los neonicotinoides (por ejemplo, imidacloprid, thiametoxam) entre otros; esto trajo como consecuencia una total pérdida de la rentabilidad del cultivo.
¿Qué pueden esperar los productores sorgueros que ocurra este año con el pulgón amarillo? Se espera que las condiciones puedan ser similares a lo que ocurrió en 2015. Que tengamos altas poblaciones de pulgón y fuertes pérdidas si no nos preparamos para controlar esta plaga.
Las severas pérdidas ocasionadas por este insecto plaga durante 2014 y 2015 nos obligan a revisar acciones que el agricultor acostumbra a hacer contra otras plagas, incluso contra pulgones, pero que no son efectivas contra esta plaga; como el hecho de que no basta hacer una aplicación de cualquier insecticida para lograr un control efectivo, no basta con olvidarse del asunto una vez que ya se hizo una aplicación de insecticidas contra el pulgón amarillo.
Algunos agricultores tienen la idea de que los pulgones en maíz, sorgo y otros granos, son fácilmente controlables; no es el caso de este insecto, ya que presenta características como una capacidad de reproducción que es tan alta que le permite formar colonias de miles de individuos en un tiempo muy corto.
Los hábitos del pulgón amarillo de colonizar en el envés de las hojas y ocupar desde las hojas inferiores hacia arriba de las plantas, así como su elevada tasa de reproducción, plantean nuevos retos para el productor.
Es importante que el productor sorguero decida en lo posible, hacer sus aplicaciones de insecticida con aspersora de motor, para que tenga éxito y llegue con el insecticida hasta los lugares del cultivo donde se desarrollan las poblaciones de pulgón.
Las aspersoras de motor mantienen la presión constante del flujo de salida del líquido, esto permite hacer una aplicación uniforme de principio a fin, lo cual no ocurre con una aspersora manual, en la cual la presión varía de acuerdo al cansancio o energía del aplicador.
Investigadores del INIFAP han realizando evaluaciones de la efectividad de insecticidas contra esta plaga, primero en Tamaulipas y a partir de 2015, en diversas entidades del país. Algunos de ellos han observado que los insecticidas piretroides que han sido evaluados, no presentan niveles de efectividad tan buenos como cuando son probados contra otras especies plaga, incluyendo pulgones.
La revisión constante del cultivo debe convertirse en un hábito. Hay que hacer muestreos continuamente para evitar el establecimiento de la plaga en el cultivo. ¿Cómo se hacen los muestreos? Recorriendo la parcela y revisando la parte baja de las plantas, en especial las primeras dos hojas, para ver si existen ahí colonias de pulgón amarillo.
Una forma de trampas para detectar la presencia de pulgones, consiste en utilizar recipientes amarillos con agua jabonosa o bien trampas amarillo-pegajosas, establecidas por los márgenes del cultivo, lo que facilitará la realización de medidas de control oportunas antes de que el insecto plaga se establezca en el cultivo.
Las infestaciones iniciales de este insecto plaga ocurren en el envés de la primera o las primeras dos hojas de las plantas. De la detección oportuna y de realizar acciones de control depende que las poblaciones de este insecto no crezcan. Se deben realizar aplicaciones de insecticidas químicos o bioracionales cuando aún son bajas las poblaciones de insectos. Siempre es mejor controlar a los pulgones cuando aún son pocos y están solo en la parte baja de las plantas, que cuando hay miles de individuos cubriendo todas las hojas de las plantas.
A partir de estudios realizados en Tamaulipas, el INIFAP recomienda la aplicación de los insecticidas: Imidacloprid (105 g de ingrediente activo/ha); Sulfoxalor (12 g de i.a./ha); Spirotetramat (45 g de i.a./ha); Thiametoxam (125 g de i.a./ha) y Metamidofos (900 g de i.a./ha). En Jalisco el INIFAP durante 2015 encontró que infestaciones iniciales (en las primeras hojas de las plantas) de pulgón amarillo del sorgo pueden ser controladas durante varios días mediante la aplicación de aceite mineral o de nim en aceite. No se debe aplicar continuamente aceite mineral en el sorgo para evitar un posible daño por fitotoxicidad.
Estos resultados en Jalisco son de un ciclo y la presente recomendación debe ser considerada como preliminar y sujeta a corroboraciones posteriores.
*El doctor Pérez Domínguez es Entomólogo, Investigador titular en INIFAP, su actividad es la investigación y aplicación del manejo integrado de plagas en diversos cultivos.