Manejo y control de teocintle en maíz

Un visitante de nuestra página en facebook preguntó: «SOMOS PRODUCTORES DE MAIZ PERO NOS SALE MUCHO MAIZ DEL MALO QUE SE LLAMA PATA DE MULA. QUISIERA SABER […] COMO PUEDO MATAR EL MAIZ MALO».

Lo que se conoce como maíz pata de mula y con una variedad de nombres locales regionales es teocintle, una planta muy especial: es el ancestro del maíz. Dicho de otra manera, el maíz es nieto de teocintles que ocurrían hace miles de años y los teocintles actuales son primos del maíz. Incluso, el teocintle y el maíz siguen siendo de la misma especie, lo que quiere decir que todavía en la actualidad pueden ocurrir la polinización y fecundación cruzada entre teocintle y maíz. Es posible que algunos maíces pata de mula que encontramos en nuestros campos como maleza, sean cruzas entre teocintle y el maíz cultivado de años anteriores.

Por este parentezco, los procesos fisiológicos de maíz y teocintle son tan parecidos que no hay herbicida que distinga entre maíz y teocintle. Invariablemente y hasta el día de hoy, los hercibidas que pueden matar al teocintle, también matan al maíz.

Semilla de teocintle

Esto complica el control o manejo de esta maleza. El teocintle se convierte fácilmente en una maleza problemática, sobre todo si sembramos maíz todos los años. En algunos municipios del Estado de México existe una emergencia de teocintle y se implementaron programas de control. Personalmente he visto altos porcentajes de contaminación de las milpas con teocintle entre Yurécuaro, Michoacán, y Ayotlán, Jalisco. En estos campos el teocintle suele presentarse por rodetes, lo que indica su carácter invasivo. Ahí, pero no necesariamente, tiene una altura mayor y tallos más jugosos y quebradizos que los híbridos sembrados.

Puesto que los químicos no distinguen entre maíz, teocintle, ni mezclas de los dos, tenemos que aprovechar alguna otra diferencia para poder controlar las plantas no deseadas sin dañar las deseadas:

  • El teocintle que se encuentra entre surcos puede ser controlado mecánicamente, con una cultivada,
  • o con una aplicación dirigida de un herbicida total. Esta forma de control obviamente no funciona para plantas de teocintle que nacieron en la misma hilera como el maíz.
  • Un riego o lluvia temprana hacen nacer el teocintle (cuya semilla ya se encuentra en el suelo) antes de que sembramos el maíz o después de que lo sembramos pero antes de que nazca, lo que permite rastrear la maleza o la aplicación de herbicidas en presiembra con productos como glifosato.
  • La rotación de cultivos, donde posible, permite controlar el teocintle más o menos fácilmente en un cultivo que no sea maíz.
  • Es importante evitar que el teocintle termine su ciclo y disperse sus semillas ya que esto solo multiplicaría el problema para el siguiente año. Recomendamos controlar el teocintle a mano y en estado inmaduro. En caso que se nos haya pasado el tiempo y algunas plantas ya tenga semillas, aunque inmaduras, es conveniente sacar las plantas cortadas del campo de maíz, ya que las semillas pudieran terminar de madurar en la planta cortada.

Para mayor información sobre la relación entre teocintle y maíz, vea también nuestro artículo https://semillastodoterreno.com/2011/10/origenes-del-maiz/

Orígenes del maíz

 

Teocintle

Durante decadas, el origen del maíz y su domesticación ha ocupado a investigadores y los ha orillado en búsqueda de conocer más sobre este productivo cultivo. La línea histórica básica señala que el maíz se deriva del teocintle, raza Balsas (Zea Mays subespecie parviglumis) que es una planta rústica y silvestre, endémica en alturas bajas o medias del Suroeste Mexicano.

Mientras que esta teoría se sustenta firmemente en estudios genéticos, queda una gran incógnita, para no decir paradoja: Las criollos que genéticamente se parecen más al teocintle son aquellos de los Valles Altos, lugares donde la raza Balsas del teocintle no ocurre. Dicho de otra manera, los maíces de alturas bajas son genéticamente más distantes del teocintle que los de Valles Altos. ¿Qué puede haber pasado? ¿Acaso se extendía el nicho de la raza Balsas a los Valles Altos hace unos nueve mil años, cuando inició la domesticación del maíz? ¿O se domesticó el maíz en las tierras bajas, migró hacía el Altiplano y luego regresó a Tierra Caliente? Ninguna de estas dos hipótesis se antoja muy plausible.

En un artículo reciente, un grupo de investigadores ofrece una tercer explicación que parece resolver el dilema de una manera muy elegante e instructiva. Basado en análisis genéticos de un gran número de colectas de maíz y de dos razas de teocintle, la Balsas y la Mexicana (Zea mays subespecie Mexicana) llegaron a la conclusión que si bien el maíz se derivó originalmente de la raza Balsas del teocintle, siguió adquiriendo genes de teocintle después de haber sido domesticado. Específicamente, los maíces de alturas intermedias y Valles Altos fueron expuestas a un flujo de genes desde teocintle Mexicana que crece a alturas mayores que la Balsas y es interfértil con el maíz, de tal manera que los maíces de Valles Altos llegaron a contener mayor cantidad de material genético de teocintle que sus parientes en alturas menores.  Y como las dos razas de teocintle están emparentadas, la entremezcla de teocintle Mexicana en los maíces domesticados de Valles Altos, aumentó el parentezco de esos maíces también con la raza Balsas (Figura 1).

Figura 1

Este flujo de genes desde una planta silvestre hacía una domesticada, después de la domesticación, parece muy interesante en primer lugar porque contradice una concepción demasiado simplista de que la domesticación fuera una vía única de un solo sentido. Más bien, el maíz recibió genes de diversas fuentes, aunque relacionadas entre sí. En segundo lugar, resulta que los genes de Mexicana no solo ingresaron al maíz domesticado sino se mantuvieron ahí a pesar de la presión de selección que se supone ejercieron los campesinos. Esto hace pensar que dichos genes deben haber aportado algún beneficio al maíz, posiblemente precisamente la adaptación a alturas mayores.

Fuentes: