Maíz para forraje en palabras del Dr. Núñez
Actualmente no es fácil mantenerse y menos prosperar como productor de leche. En los últimos años, los insumos se han encarecido, mientras que el precio al productor de la leche solo subió unos centavos. En esta situación nos tienen que preocupar y tenemos que controlar y mejorar todos los aspectos técnicos y económicos de la producción de maíz forrajero, no solo la sanidad y reproducción del hato, sino también la producción de forraje de alta calidad con bajos costos por tonelada, como hemos dicho en otros artículos en este espacio.
Así lo considera también el especialista en producción de ensilaje de maíz, Dr. Gregorio Núñez Hernández, del INIFAP, quien impartió una plática sobre el tema el pasado 12 de junio, dentro del marco de una serié de cursos en línea ofrecidos por Intagri y patrocinados por Unisem.
Tuve el gusto de poder asistir. Entre muchísima información, me quedaron grabados especialmente los siguientes puntos:
Lo que realmente estamos produciendo cuando producimos maíz forrajero es energía, calorías. Se trata de lograr un buen rendimiento, con buena calidad, en todos los años y con un costo razonable. El rendimiento se tiene que medir como kg de materia seca, no materia verde, por supuesto.
La parte de la planta que aporta más calorías es el grano. Este simple hecho significa que es ilógica la idea de ensilar el maíz en floración o antes, práctica que ha sido promovido por algunas personas en los Altos de Jalisco. El momento óptimo para cosechar el silo es cuando la línea de leche ha avanzado a la mitad del grano, aproximadamente.
Nunca se van a lograr los mismos rendimientos en todos los ambientes. La radiación y la tempertura (tanto excesivamente bajas como excesivamente altas) son dos variables que pueden limitar la producción que a veces no tenemos muy presentes. Temperaturas altas, sobre todo durante la noche, aumentan la respiración de la planta. La respiración es lo contrario de la fotosíntesis, por lo que reduce la producción.
Los tres factores más importantes a considerar en la selección de un híbrido para producción de forraje son (1) el rendimiento de materia seca por hectárea, (2) la calidad nutricional o contenido de energía y (3) la tolerancia al acame y enfermedades.
El Dr. Núñez también nos recordó que muchas buenas prácticas agrícolas tienen efectos sobre varios años, por lo que no se deben tomar decisiones basados en resultados (o la falta de resultados) a corto plazo. Algunos ejemplos son la rotación de cultivos, la labranza de conservación o la aplicación de estiercol o composta. Estas prácticas, para rindar todos sus frutos, tienen que implementarse constantemente.
De acuerdo a datos presentados por el Dr., los rendimientos obtenidos con densidades entre 75 y 115 mil plantas fueron muy similares (entre 8994 y 9207 kg de grano por hectárea, una variación de menos de 3%). Podemos decir que el maíz es tal vez más tolerante a variaciones moderadas de la densidad de lo que algunos pensamos. Sin embargo, densidades más pequeñas y más altas de este rango, sí redujeron significativamente el rendimiento. Densidades más altas redujeron además la proporción del grano dentro de la cosecha total.
Agradecemos al Dr. Núñez, al INIFAP y a Intagri y su equipo la oportunidad de asistir a este evento y compartirlo con nuestros clientes, colaboradores y amigos.
La plática completa está disponible aquí: https://semillastodoterreno.com/wp-content/uploads/2013/06/Curso-Maiz-Forrajero-INTAGRI.pdf
El programa completo de los cursos Intagri patrocinados por Unisem está en: https://semillastodoterreno.com/2013/01/20-en-cursos-sobre-maiz-y-sorgo/