Conozco a Don Francisco y sé que no sembrará algo que no probó o no le conviene.
Desde que estamos presentes en facebook, recibimos muchas inquietudes acerca de transgénicos, el ambiente y la explotación. Me atrevo a decir que muchos de estos comentarios son de personas que no tienen una relación directa y estrecha con el campo. Algunos tal vez sean consumidores finales de nuestros productos en las grandes metrópolis por lo que seguramente se merecen una respuesta. Tenemos que trabajar para que los consumidores conozcan un poco más el punto de vista y la vida diaria de los agricultores que producen sus alimentos.
Mientras que algunos comentarios que recibimos fueron un poco sumarios, como por ejemplo el «Transgénicos???? wak!!!!!» del otro día, otros demuestran una preocupación genuina y diferenciada, como el que me tomo la libertad de reproducir y contestar aquí. (Por si las dudas, aclaro que Unisem no vende semilla transgénica.)
El comentario fue: «Me surge una duda con respecto a este tipo de semilla (híbrida) y es que menciona someramente en el articulo que compartio, algo al respecto de que estas semillas, son para una siembra, es decir que la semilla generada del producto no germina como lo haria una semilla tradicional? Me refiero a que si el campesino o agricultor tendria que estar dependiendo de una empresa indefinidamente para poder cultivar este producto mejorado gran parte de las ganancias que obtengan de la venta del producto, volvera de nuevo a la empresa ya que tendran nuevamente que comprar grandes cantidades de estas semillas y el beneficio para ellos seria practicamente nulo, pues solo estarian cosechando para la venta y vendiendo para comprar mas semilla. Y volveriamos a lo que se menciona en el articulo. No hay una sustentibilidad ni garantia para el campesino. Me podria aclarar a este respecto?»
Respuesta: Semilla híbrida de segunda generación germina perfectamente bien y produce una planta sana. El agricultor la puede “reciclar”. El agricultor también puede sembrar criollos como antaño o semilla híbrida de alguna otra empresa. Incluso ha habido muchos programas de fomento para que el productor produzca su propia semilla híbrida. Estos últimos por lo general no han prosperado porque no es sin chiste hacer las cruzas necesarias para lograr buenas variedades.
A mí me gusta el yogur de Santa Clara. Si esto significa que “dependo indefinidamente” de la empresa Santa Clara, entonces podemos decir que el agricultor depende de la empresa semillera. Pero en realidad, existen muchas marcas de yogures y si no es Santa Clara, será Nestlé o Lala o Alpura, además del producto casero del mercado y la producción propia. Así es con las semilleras. Gracias a Unisem y muchas otras empresas con nombres como Rica, ConLee, Caloro, Aspros, Ceres, Berentsen, Genex, MexGen, Ducor, Pioneer, Syngenta, Dow, Monsanto, TechAg, existe competencia en el sector semillero y el agricultor tiene tantas opciones como nunca las ha tenido, por lo menos donde estamos comercialmente presentes.
Si la entendí bien, piensa que comprar un insumo como una semilla híbrida le quita las ganancias del agricultor y las transfiere a la semillera. Le voy a contestar con un ejemplo. Vamos a pensar que el productor que siembra criollos invierte $100 y recibe $200; ganancia neta $100. Alguien le recomienda hacer una prueba con híbridos, el productor acepta y se da cuenta que con un híbrido invierte $150 y recibe $230; ganancia neta $80. ¿Usted seguiría sembrando híbridos? No creo y estoy seguro que el agricultor no lo va a hacer, puesto que gasta más y gana menos. Pero, ¿qué tal si invierte $150 y recibe $450? ¿Usted lo haría? No sé, pero estoy seguro que habrá agricultores que le entrarían. ¿Transfirió parte de sus ganancias al proveedor de la semilla? De cierta manera sí, pues los $50 adicionales que invirtió se fueron a parar al proveedor y su distribuidor, pero aun así, su ganancia neta aumentó. En otras palabras, el agricultor no va a ser tan tonto como para sacrificar su ganancia a favor de un proveedor de insumos. Si paga algo a este último, es porque espera, basado en su experiencia, que la inversión le redituará, a él.
Tal vez nos preocupamos tanto por los agricultores porque hubo mucha explotación en nuestra historia. Esto es cierto. Las tiendas de raya y la esclavitud no son inventos. Hace poco leí “Balún Canán” y se me hizo el nudo en la garganta. Pero esto ya no aplica a las zonas productoras de grano donde estamos presentes comercialmente. Los productores que son nuestros clientes son libres e inteligentes y saben distinguir entre ganar y perder. Lo que hace falta, seguramente, es mayor educación para que sepan hacer las evaluaciones y los cálculos todavía con mayor precisión. Pero ya hoy, si un insumo les hace perder, créame que no le entran.
Nota: Nuestra página en facebook es: http://www.facebook.com/SemillasTodoTerreno.