Regiones de producción de maíz en México

En México el maíz es por mucho el cultivo agrícola más importante desde el punto de vista alimentario, industrial, político y social. Se produce en dos ciclos productivos: primavera-verano y otoño-invierno, bajo las más diversas condiciones agroclimáticas, de humedad, temporal y riego.

Hay aproximadamente 6 millones de hectáreas dedicadas a la producción de maíz de temporal. En función de factores relacionados con el clima como; latitud, altitud, temperatura y precipitación, pueden establecerse diferentes regiones, que son determinantes en cuanto el germoplasma de maíz o los tipos genéticos que se adaptan y funcionan bien en cada ambiente.

La región del Trópico puede dividirse en dos subregiones, el Trópico Seco y el Trópico Húmedo, dependiendo de la cantidad de lluvia que recibe. El Trópico Seco se caracteriza por tener una altitud menor a los 1,000 m s.n.m. y tener una precipitación anual menor a los 1,000 mm. Dentro de esta región se pueden encontrar los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León. Por otro lado, el Trópico Húmedo se puede ubicar a la misma altitud pero con una precipitación mayor a los 1,000 mm. Clasifican dentro de esta región los estados de Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, así como las zonas costeras de Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guerrero y Chiapas.

De manera similar el Subtrópico se divide en dos regiones, el Subtrópico Seco en el que se pueden ubicar los estados de Chihuahua, parte de Coahuila, Durango, San Luis Potosí, Jalisco, Guerrero, Chiapas y Puebla. El Subtrópico Húmedo en la línea divisoria entre Sinaloa y Durango y zonas colindantes con el Trópico Húmedo. Ubicándose ambos climas entre los 1,000 y los 1,800 m s.n.m. teniendo precipitaciones de menos de 1,000 mm cuando se habla del Subtrópico Seco y de más de 1,000 mm en el Subtrópico Húmedo.

La zona de transición se encuentra entre los 1,800 y 2,200 m s.n.m en Chihuahua, Sonora, Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro. Se divide en clima de Transición Seco cuando recibe una precipitación por debajo de los 1,000 mm y clima de Transición Húmedo cuando tiene precipitaciones por encima de los 1,000 mm.

Los Valles Altos incluyen las zonas más altas del país ubicadas entre los 2,200 y los 3,000 m s.n.m. encontrándose principalmente en los estados de Puebla, Hidalgo, Morelos y Estado de México, así como zonas puntuales de Chihuahua, Durango, Zacatecas, Guanajuato y Michoacán. En el caso de los Valles Altos existe una doble segregación de regiones dependiendo de la precipitación que ocurre en la región y de las temperaturas predominantes, obteniendo así 4 subregiones. El Valle Alto Seco con una precipitación menor a las 1,000 mm, el Valle Alto Húmedo cuando se tienen precipitaciones de más de 1,000 mm. Los dos anteriores caracterizados por experimentar temperaturas por sobre los 20 ºC. Cuando hablamos de Valles Altos Fríos Secos, las condiciones de precipitación son de menos de 1,000 mm y una temperatura menor a los 20 ºC. y las condiciones en el Valle Alto Frío Húmedo se tienen 1,000 mm o más de precipitación y una temperatura también menor a los 20 ºC. 

Fuentes:

El clima de México en las ultimas décadas

En México hay una gran variedad de climas, entre los cuales predominan los áridos y semiáridos (51.7% del total), en buena medida porque la parte norte del país se ubica en una franja desértica mundial con características geográficas similares a la de los desiertos del Sahara en África, Nefud y Rub al-Jali en la península arábiga y de Thar en la India.

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Da click en la imagen para ampliarla.

Variaciones en el clima

Durante las últimas cuatro décadas, la mitad de las entidades experimentó una moderada alza en la temperatura, mientras que dos (Michoacán y Zacatecas) vivieron una baja.

El patrón de lluvias también se ha modificado: hoy llueve más, aunque en puntos más focalizados y durante lapsos más breves. La variabilidad natural de las lluvias, de la temperatura y de otras condiciones del clima es el principal factor que explica la variabilidad de la producción agrícola. Algunas zonas del mundo son particularmente proclives a dicha variabilidad: el Sahel, el nordeste del Brasil, el Asia central y México, por ejemplo.

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Puedes visitar la pagina de CONAGUA para consultar detalladamente los resúmenes climatológicos de los últimos años y observar estas variaciones. Por lo que la FAO propone incrementar la capacidad de los agricultores frente a dicha variabilidad, con prácticas agrícolas que toleran la variabilidad del clima, utilización de variedades de cultivos resistentes a la sequía, por ejemplo, o una utilización más eficiente de los recursos hídricos.

No es posible administrar el clima, pero sí es importante el uso de herramientas que permitan un conocimiento detallado de las condiciones geográficas del país, para prevenir y poder implementar nuevos insumos y tecnologías en el campo que ayuden a sobrellevar las inclemencias climáticas.

Para ello te invitamos a conocer nuestros híbridos de maíz blanco y amarillo, para grano, forraje o elote, así como sorgos graníferos; todos ellos más resistentes, más estables, más rentables y más confiables.

 

Simulador de rendimientos mundiales

La mayor demanda de alimentos debido al crecimiento mundial de la población y los ingresos y el cambio climático en la agricultura significan que la producción agrícola tendrá que ser mucho mayor para alimentar el planeta. Un nuevo informe del Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias (IFPRI) estima el impacto de distintas innovaciones o tecnologías agrícolas sobre la productividad, los precios, el hambre y el comercio hacía el año 2050 e identifica las prácticas que podrían beneficiar más a las naciones en desarrollo como México.

phantomoutputlymH67YU5Por ejemplo, según el modelo del IFPRI y hablando de la producción total de maíz en temporal en México: Un mejor control de maleza podría aumentar la producción en estimado de 15%. Las técnologías de mayor impacto serían: Labranza de conservación (42%), tolerancia al calor (32%), mayor eficiencia en el uso de nigrógeno (28%).

Las tecnologías analizadas son las siguientes (como fueron definidas para efectos del modelo):

  • Protección de cultivos: La práctica del manejo y control de plagas, enfermedades y maleza
  • Riego por goteo: Aplicación de agua como pequeñas descargas cerca de cada planta o en la zona de raíces
  • Tolerancia a sequía: Variedades mejoradas que permiten mayores rendimientos debido a la mejora de las capacidades de absorción de humedad del suelo y la reducción de la vulnerabilidad a la falta de agua
  • Tolerancia al calor: Variedades mejoradas que permiten al cultivo mantener los rendimientos bajo temperaturas más altas
  • Manejo integrado de la fertilidad del suelo: Combinación de los fertilizantes químicos, los residuos de cultivos y estiércol o abono.
  • Eficiencia en el uso de nitrógeno: Variedades de plantas que respondan mejor a los fertilizantes nitrogenados
  • Cero labranza: Mínimo o ningún disturbio del suelo, a menudo en combinación con la retención de los residuos, la rotación de cultivos y el uso de cultivos de cobertura
  • Agricultura orgánica: Cultivo sin uso o uso mínimo de fertilizantes manufacturados, pesticidas, reguladores del crecimiento y organismos modificados genéticamente
  • Agricultura de precisión: Aplicación de insumos asistida por GPS, así como prácticas de manejo de baja tecnología que tienen por objeto controlar todos los parámetros de campo
  • Riego por aspersión: Sistema de irrigación que distribuye el agua bajo presión a través de una red de tuberías y boquillas de aspersión aéreas
  • Recolección de agua: Agua que se recolecta y canaliza hacía los cultivos por medio de bordos o contornos, en los sistemas macro o micro cuencas

El libro está disponible integralmente como PDF en este vínculo, pesa 6MB. Para mayor información, haga clic aquí.

¿Qué precio del maíz podemos esperar?


En las últimas semanas el precio internacional del maíz ha tocado niveles nunca antes vistos, de 8.30 USD por bushel. ¿Qué significa esto para los productores de México? ¿Qué precio se espera para la trilla que está próxima?

La bolsa: Chicago Mercantile Exchange

De manera muy sencilla, el Chicago Mercantile Exchange es el mercado más grande para maíz en el mundo. El grano no se lleva a Chicago, ni se compra y vende en el momento, pero esto no nos preocupa ahora. Simplemente, este mercado es tan importante que los precios que se forman ahí, como resultado de oferta y demanda, tienen un significado mundial.

En el momento que escribo esto, el precio del maíz en la CME para entrega en diciembre de 2012 está a 8.182 dólares por bushel. Como un bushel de maíz son 56 libras o 25.40 kg, hay que dividir el precio por bushel entre 25.40 para obtener el precio por kg. Haga el ejercicio y obtendrá 0.32212 USD, equivalente a 322.12 dólares por tonelada métrica. Reportado en https://www.cmegroup.com/.

La base

Lo que se comercializa en Chicago son contratos para entrega futura. Los precios de estos «futuros» divergen de los precios que se pagan en alguna reciba y fecha específicas. La diferencia se llama «base». El grano suele ser más barato en zonas productoras que en zonas consumidoras remotas: Una parte de la base se debe a los costos de transporte, o, mejor dicho, a las diferencias entre los costos de transporte a diversos países o ciudades. Otra parte se debe al almacenamiento e intereses. (Para mayor información: http://www.infoaserca.gob.mx/bases/sublistabases.asp)

Para Guanajuato, la base actual está entre 47 y 50 USD por tonelada. Si el precio «internacional» es de 322.12 USD/t, el precio equivalente en Guanajuato sería de 370 dólares, la suma de 322.12 y 48.50.

El libre mercado

En otra ocasión platicaremos de la historia del mercado de los granos en México. Por ahora, lo más importante es que ya tenemos un mercado libre; el maíz se puede comercializar libremente entre México y otros países, principalmente EE.UU. Esto significa que los precios (neto de las bases) se tienden a igualar entre México y EE.UU.; de hecho entre todos los países que tengan libre intercambio de este grano entre sí.

El tipo de cambio

Mientras que la cotización en Chicago está en dólares, los acopiadores en México compran en pesos. Por lo mismo, el tipo de cambio y sus fluctuaciones también entran al cálculo. En este momento, el dólar está a unos 13.17 pesos mexicanos. Con esta relación, el precio equivalente calculado arriba, de 370 USD corresponde a 4,872.90 pesos por tonelada. Esto sería mi mejor estimado para el precio que va a regir en diciembre en México.

El mercado y sus imperfecciones

¿Podemos pensar, entonces, que el maíz se va a pagar a entre 4800 y 4900 pesos por tonelada a los productores en Guanajuato? Posiblemente sí. Posiblemente no.

El precio de equivalencia es una buena guía pero ninguna garantía. ¿Por qué no? Para empezar, nuestro cálculo está basado en variables. Fluctúa el futuro. Fluctúa el tipo de cambio. Fluctúan las bases. Segundo, muchas veces el productor no está libre a quién entregar. Ya tiene compromisos financieros con alguna reciba o está en una zona donde prácticamente solo hay un comprador. La falta de competencia entre compradores tiende a deprimir los precios. Tercero, en las regiones donde sí hay muchos compradores, como por ejemplo en La Barca, Jalisco, la competencia entre compradores es tal que algunos igualan o mejoran ligeramente el precio de su competencia aunque todavía no tengan comprador, ni dinero para comprarlo a su nombre propio; se podría decir que ofrecen precios artificialmente altos. Por todos estos motivos, el precio en México no refleja fielmente el de Chicago y seguimos con algo de incertidumbre acerca del precio al que podremos vender nuestras cosechas.

Los bancos que brindan el mejor servicio

El primer proveedor que contraté en México, unos días después de mi llegada a este hermoso país, fue un carpintero para arreglar la puerta de la casa que renté en la 3era Avenida Sur Poniente, calle llamada cariñosamente «el periférico» por los lugareños, en Villaflores, Chiapas. Le expliqué el trabajo, le di el anticipo y…, el lector quizá ya lo sospechó, no lo volví a ver. Tuve que ir a su casa a despertarlo de su borrachera. Afortunadamente, en un pueblo chico, su dirección no era difícil de averiguar. Finalmente, el trabajo se hizo. Salió medio mal hecho pero cumplió con la función más básica de poder cerrar la puerta.

Esto fue en 1993. Desde entonces, algunas cosas cambiaron. Antes, el Gobierno se metía en casi todo, sobre todo en el ámbito agropecuario: semillas, fertilizantes, servicios financieros, tenencia de la tierra, afiliación política. Hoy encontramos varios proveedores de la iniciativa privada que ofrecen un múltiple de los productos y servicios anteriormente disponibles. Es fácil comprar y, más importante tal vez, comparar por internet. Si bien esta opción no está sin sus propios riesgos, si no me gusta lo que encuentro a la vuelta de la esquina, hablo a un número 800, escribo un mail, o lleno un formato en línea. Hay competencia. Los proveedores se tienen que poner las pilas. ¿O será? Creo que sí avanzamos, aunque a paso de tortuga y no en todos los ámbitos.

Los bancos no son excepción. Ciertamente, la calidad de los servicios financieros mejoró en los últimos 20 años. Pero todavía es posible toparse de pronto con historias como la siguiente, verídica, que pareciera pertenecer a otra época, como el monstruo del lago Ness o las novelas de Juan Rulfo, con la diferencia que éstos últimos son productos de la ficción: Solicitas una tarjeta de débito y cuando vas a la sucursal para preguntar si ya está lista, resulta que traspapelaron la solicitud. ¿Por cierto, por qué tengo que ir al banco para conocer este lindo detalle? ¿No tienen mi teléfono? Después de llenar por segunda vez una solicitud, durante 20 días no pasa nada. Recibes una llamada avisándote que ya está lista la tarjeta. ¡Sí tienen mi teléfono! Agradeces la llamada, vas al banco e, increíble pero cierto, resulta que no la tienen. Te hacen esperar media hora en la ventanilla y después otra para ser atendido por un ejecutivo. Finalmente, te informan que, según ellos, «pasó un incidente». Es cuando te propones cambiar de proveedor, cambiar de banco.

Pero ahora ya no voy a contratar al primer carpintero, perdón, banco, que se cruce en mi camino. Hice mi tarea. Calenté la página de Google. Después de encontrar relativamente poca información útil y directamente aplicable, decidí inventar y calcular mi propio indicador: el número de quejas en relación al tamaño del banco.

Como número de quejas tomé las que encontré en más o menos media hora de consulta en un sitio fantástico para estos propósitos: apestan.com. Obviamente sería injusto tomar el número de quejas tal cual, ya que los bancos más grandes podrán tener más quejas pero también tienen más clientes satisfechos. Para emparejar la cancha, tenemos que tomar en cuenta el tamaño. Los primeros indicadores para el tamaño que encontré y que me parecieron aptos para el propósito fueron el tamaño del balance o importe de los activos y el número de sucursales. Así que dividí el número de quejas entre el monto de los activos para obtener un primer indicador y entre el número de sucursales para un segundo. Para afinarlo todavía un poco más, di triple peso a las quejas en Guanajuato (que es el lugar que más me interesa).

Los resultados me parecieron muy interesantes y no solo para mis fines; así que decidí publicarlos. Al fin y al cabo, nuestros lectores, nuestros clientes finales, los agricultores y ganaderos, ya no pueden operar sin servicios bancarios. No está demás que ellos también tengan cuidado al momento de seleccionar un banco, por lo menos aquellos que viven cerca de una población donde hay varias opciones. Espero que les sirva este pequeño análisis. Pero veamos los resultados:

Bancos en México: Número de quejas por activos y sucursales
Banco Sucursales
aprox.
Activos Quejas Quejas
por mil
sucursales
Quejas por
Activos
Lugar
por
sucursal
Lugar
por
activos
Puntaje
final
BanBajío 259 5.7 1 4 0.175 1 1 2
Banorte 1100 44 33 30 0.750 5 3 8
Inbursa 208 15.2 7 34 0.460 6 2 8
BanRegio 104 2.5 3 29 1.215 4 5 9
Scotiabank 647 11 18 28 1.636 3 9 12
Santander 900 49 50 56 1.020 9 4 13
Azteca 1555 4.6 14 9 3.044 2 11 13
BBVA Bancomer 1700 85 122 72 1.435 10 6 16
IXE 165 4.9 8 48 1.633 8 8 16
HSBC 1400 30 55 39 1.833 7 10 17
Banamex 1700 75 122 72 1.627 10 7 17
Notas: El puntaje final es la suma de los lugares por sucursal y por activos. Fuente de los activos: http://www.relbanks.com/north-america/mexico. El número de sucursales se tomó de varios sitios, pero puede ser corroborado en el sitio de la ABM. Las unidades no importan, ya que nos interesan solo los valores relativos. 

Si alguien pensaba que «todos son iguales», no parece ser el caso. BanBajío resultó ser por mucho el banco con menos quejas en relación a su tamaño. Le siguen Banorte, Inbursa y BanRegio. En un término medio se encuentran Scotiabank, Santander y Azteca. Luego siguen los demás con hasta dieciocho veces más quejas por sucursal que BanBajío.

Claro que estos puntajes no son el único criterio para la selección de un banco. La cercanía, las comisiones y la disponibilidad de los servicios que necesitamos también juegan un papel. Pero espero que aún así sirvan a nuestros lectores.

Para mayor información, consulte también el reportaje de CNN publicado aquí.

Respuesta a una visitante en facebook

Agricultor en Salamanca, Guanajuato

Conozco a Don Francisco y sé que no sembrará algo que no probó o no le conviene.

Desde que estamos presentes en facebook, recibimos muchas inquietudes acerca de transgénicos, el ambiente y la explotación. Me atrevo a decir que muchos de estos comentarios son de personas que no tienen una relación directa y estrecha con el campo. Algunos tal vez sean consumidores finales de nuestros productos en las grandes metrópolis por lo que seguramente se merecen una respuesta. Tenemos que trabajar para que los consumidores conozcan un poco más el punto de vista y la vida diaria de los agricultores que producen sus alimentos.

Mientras que algunos comentarios que recibimos fueron un poco sumarios, como por ejemplo el «Transgénicos???? wak!!!!!» del otro día, otros demuestran una preocupación genuina y diferenciada, como el que me tomo la libertad de reproducir y contestar aquí. (Por si las dudas, aclaro que Unisem no vende semilla transgénica.)

El comentario fue: «Me surge una duda con respecto a este tipo de semilla (híbrida) y es que menciona someramente en el articulo que compartio, algo al respecto de que estas semillas, son para una siembra, es decir que la semilla generada del producto no germina como lo haria una semilla tradicional? Me refiero a que si el campesino o agricultor tendria que estar dependiendo de una empresa indefinidamente para poder cultivar este producto mejorado gran parte de las ganancias que obtengan de la venta del producto, volvera de nuevo a la empresa ya que tendran nuevamente que comprar grandes cantidades de estas semillas y el beneficio para ellos seria practicamente nulo, pues solo estarian cosechando para la venta y vendiendo para comprar mas semilla. Y volveriamos a lo que se menciona en el articulo. No hay una sustentibilidad ni garantia para el campesino. Me podria aclarar a este respecto?»

Respuesta: Semilla híbrida de segunda generación germina perfectamente bien y produce una planta sana. El agricultor la puede “reciclar”. El agricultor también puede sembrar criollos como antaño o semilla híbrida de alguna otra empresa. Incluso ha habido muchos programas de fomento para que el productor produzca su propia semilla híbrida. Estos últimos por lo general no han prosperado porque no es sin chiste hacer las cruzas necesarias para lograr buenas variedades.

A mí me gusta el yogur de Santa Clara. Si esto significa que “dependo indefinidamente” de la empresa Santa Clara, entonces podemos decir que el agricultor depende de la empresa semillera. Pero en realidad, existen muchas marcas de yogures y si no es Santa Clara, será Nestlé o Lala o Alpura, además del producto casero del mercado y la producción propia. Así es con las semilleras. Gracias a Unisem y muchas otras empresas con nombres como Rica, ConLee, Caloro, Aspros, Ceres, Berentsen, Genex, MexGen, Ducor, Pioneer, Syngenta, Dow, Monsanto, TechAg, existe competencia en el sector semillero y el agricultor tiene tantas opciones como nunca las ha tenido, por lo menos donde estamos comercialmente presentes.

Si la entendí bien, piensa que comprar un insumo como una semilla híbrida le quita las ganancias del agricultor y las transfiere a la semillera. Le voy a contestar con un ejemplo. Vamos a pensar que el productor que siembra criollos invierte $100 y recibe $200; ganancia neta $100. Alguien le recomienda hacer una prueba con híbridos, el productor acepta y se da cuenta que con un híbrido invierte $150 y recibe $230; ganancia neta $80. ¿Usted seguiría sembrando híbridos?  No creo y estoy seguro que el agricultor no lo va a hacer, puesto que gasta más y gana menos. Pero, ¿qué tal si invierte $150 y recibe $450? ¿Usted lo haría? No sé, pero estoy seguro que habrá agricultores que le entrarían. ¿Transfirió parte de sus ganancias al proveedor de la semilla? De cierta manera sí, pues los $50 adicionales que invirtió se fueron a parar al proveedor y su distribuidor, pero aun así, su ganancia neta aumentó. En otras palabras, el agricultor no va a ser tan tonto como para sacrificar su ganancia a favor de un proveedor de insumos. Si paga algo a este último, es porque espera, basado en su experiencia, que la inversión le redituará, a él.

Tal vez nos preocupamos tanto por los agricultores porque hubo mucha explotación en nuestra historia. Esto es cierto. Las tiendas de raya y la esclavitud no son inventos. Hace poco leí “Balún Canán” y se me hizo el nudo en la garganta. Pero esto ya no aplica a las zonas productoras de grano donde estamos presentes comercialmente. Los productores que son nuestros clientes son libres e inteligentes y saben distinguir entre ganar y perder. Lo que hace falta, seguramente, es mayor educación para que sepan hacer las evaluaciones y los cálculos todavía con mayor precisión. Pero ya hoy, si un insumo les hace perder, créame que no le entran.

Nota: Nuestra página en facebook es: http://www.facebook.com/SemillasTodoTerreno.

Orígenes del maíz

 

Teocintle

Durante decadas, el origen del maíz y su domesticación ha ocupado a investigadores y los ha orillado en búsqueda de conocer más sobre este productivo cultivo. La línea histórica básica señala que el maíz se deriva del teocintle, raza Balsas (Zea Mays subespecie parviglumis) que es una planta rústica y silvestre, endémica en alturas bajas o medias del Suroeste Mexicano.

Mientras que esta teoría se sustenta firmemente en estudios genéticos, queda una gran incógnita, para no decir paradoja: Las criollos que genéticamente se parecen más al teocintle son aquellos de los Valles Altos, lugares donde la raza Balsas del teocintle no ocurre. Dicho de otra manera, los maíces de alturas bajas son genéticamente más distantes del teocintle que los de Valles Altos. ¿Qué puede haber pasado? ¿Acaso se extendía el nicho de la raza Balsas a los Valles Altos hace unos nueve mil años, cuando inició la domesticación del maíz? ¿O se domesticó el maíz en las tierras bajas, migró hacía el Altiplano y luego regresó a Tierra Caliente? Ninguna de estas dos hipótesis se antoja muy plausible.

En un artículo reciente, un grupo de investigadores ofrece una tercer explicación que parece resolver el dilema de una manera muy elegante e instructiva. Basado en análisis genéticos de un gran número de colectas de maíz y de dos razas de teocintle, la Balsas y la Mexicana (Zea mays subespecie Mexicana) llegaron a la conclusión que si bien el maíz se derivó originalmente de la raza Balsas del teocintle, siguió adquiriendo genes de teocintle después de haber sido domesticado. Específicamente, los maíces de alturas intermedias y Valles Altos fueron expuestas a un flujo de genes desde teocintle Mexicana que crece a alturas mayores que la Balsas y es interfértil con el maíz, de tal manera que los maíces de Valles Altos llegaron a contener mayor cantidad de material genético de teocintle que sus parientes en alturas menores.  Y como las dos razas de teocintle están emparentadas, la entremezcla de teocintle Mexicana en los maíces domesticados de Valles Altos, aumentó el parentezco de esos maíces también con la raza Balsas (Figura 1).

Figura 1

Este flujo de genes desde una planta silvestre hacía una domesticada, después de la domesticación, parece muy interesante en primer lugar porque contradice una concepción demasiado simplista de que la domesticación fuera una vía única de un solo sentido. Más bien, el maíz recibió genes de diversas fuentes, aunque relacionadas entre sí. En segundo lugar, resulta que los genes de Mexicana no solo ingresaron al maíz domesticado sino se mantuvieron ahí a pesar de la presión de selección que se supone ejercieron los campesinos. Esto hace pensar que dichos genes deben haber aportado algún beneficio al maíz, posiblemente precisamente la adaptación a alturas mayores.

Fuentes:

Norman Borlaug: el padre de la Revolución Verde

Norman Borlaug

El incremento sustancial de la productividad agrícola en muchos países, entre los 1940’s a los 1970’s fue conocido como «La Revolución Verde» y a Norman Borlaug se le considera el padre de ésta, al igual que de la agricultura moderna.

Norman Ernest Borlaug nació en Cresco, Iowa, Estados Unidos, el 25 de marzo de 1914. Durante su niñez trabajó en la granja familiar, sus labores eran desde cuidar a las gallinas, pescar, cazar hasta levantar el maíz y avena. Por lo tanto, Borlaug conoció directamente lo que era trabajar y vivir del campo y posiblemente eso fue lo que lo orilló a efectuar estudios dentro de la agronomía; fue ingeniero agrónomo, genetista, fitopatólogo, humanista.

En los 1960’s hizo muchos esfuerzos para introducir las semillas híbridas a la producción agrícola en Pakistán y la India, lo que provocó un evidente y palpable incremento de la productividad agrícola, lo cual implicó que Borlaug se convirtiera en la persona que salvó el mayor número de vidas humanas: Cientos millones de personas habrían muerto de hambre de no ser por él.

Su paso por México

Norman Borlaug en Sonora, México

En 1944 trabajó en México como fitopatólogo asociado al programa cooperativo entre la Secretaría de Agricultura y la fundación Rockefeller. Más tarde, en 1945,  se trasladó al Valle del Yaqui en Sonora, donde estuvo estudiando los trigos, royas y técnicas agronómicas.

A comienzos del programa, Borlaug contó con un equipo de trabajo formado por sus compañeros; José Rodríguez, Benjamín Ortega, Leonel Robles, Roberto Osoyo, Raúl Mercado, Ignacio Narváez y Alfedo Campos  entre otros, quienes enfocaron sus esfuerzos en controlar las royas que destruían los trigales mexicanos. Las primeras variedades que lograron ser resistentes a las royas fueron las Kentana, Yaqui y Mayo y se lanzaron en 1948. Al mismo tiempo se experimentaron y difundieron unas nuevas técnicas agronómicas.

En 1956 México alcanzó la autosuficiencia en trigo, después de eso el grupo de científicos que trabajó con Borlaug en Sonora obtuvo un logro trascendental: el desarrollo de variedades enanas de trigo, con alto rendimiento, amplia adaptación, resistentes a enfermedades y con altísima calidad industrial, y que fueron sembradas por primera vez en 1962. Con estas variedades, México incrementó notablemente su producción. Al poco tiempo, muchos países como la India, Pakistán, España, Argentina y China, se beneficiaron de las nuevas variedades de trigo y de la tecnología desarrollada en nuestro país.

El Premio Nobel

Como reconocimiento a su aportación tanto en las ciencias agrícolas pero sobre todo su labor humanista al brindar acceso a los alimentos a gran parte de la población, fue condecorado con el Premio Nobel de la Paz en 1970. También recibió múltiples premios por su labor tanto en Estados Unidos, la India y otros países.

Norman Borlaug dejó de existir el 12 de septiembre del 2009 a los 95 años de edad, dejando tras de sí, un gran y valioso legado verde.

Fuentes:

http://www.timesonline.co.uk/tol/news/world/asia/article6832878.ece

http://nobelprize.org/nobel_prizes/peace/laureates/1970/borlaug-bio.html

Imagen: CIMMYT